Gran Sabana no postal

Mi madre siempre dice que vivo "en el fin del mundo". Yo vivo en la Gran Sabana, en el sureste extremo de Venezuela, en un sitio tan distante
y tan distinto que hasta se me ocurrió quedarme a vivir. Los invito a conocer esa Sabana que experimento en mi cotianidad: la Gran Sabana no postal.

lunes, 9 de mayo de 2016

Tras el balazo, vino la espera

En un pueblo en donde aún se muere por causas naturales, impacta asistir a un primer asesinato a mano armada en plena vía pública, a pocas cuadras de dos escuelas y un preescolar. Fotografía: Morelia MRs.


Enrique José Gamboa Rodríguez tardó seis minutos en morir, tras la bala mortal y su cadáver  24 horas en el sitio en donde fue abaleado. Gamboa fue asesinado en Santa Elena de Uairén.
Santa Elena es la última ciudad  venezolana hacia el sureste del país, una población distante, se encuentra a 1350 kilómetros de Caracas; aislada, de los 36.000 kms² del municipio Gran Sabana, 30.000 kms² conforman el Parque Nacional Canaima; tradicionalmente tranquila, en donde hasta hace cinco o seis años se podía vivir sin cercos eléctricos, sin cámaras, sin rejas en puertas y ventanas, sin alarmas en los carros.
Gamboa tenía 22. Vivía en Ciudad Bolívar, la principal ciudad de la entidad, a 850 kilómetros de esta frontera  y, aparentemente, llegó a Santa Elena para visitar a unos familiares.
El martes 26 de abril, pasadas las 10:30 de la mañana, subió a un Mitzubishi Signo verde oliva,  junto a un amigo. Cerca de la intersección Kewey II-Cielo Azul los alcanzó una moto. Había cola. A 200 metros, seis hombres reparaban con cemento los huecos sobre el pavimento y pedían dinero a cambio. El motorizado circuló por la derecha y redujo la velocidad. A poco del cruce, casi se detuvo y el parrillero disparó dos veces perforando el cristal oscuro del Mitzubishi.
Faltaban 10 minutos para las 11:00 de la mañana, según relató la encargada de un establecimiento próximo. La única de los comerciantes entrevistados que logró recordar lo sucedido. Ella llegaba al local con un trabajador. Él identificó las detonaciones y ella miró su relój.
Tras perforar el vidrio, una de las balas penetró el cuello de Gamboa, mientras que la otra se introdujo entre las costillas del conductor. Seis minutos después, Gamboa fue declarado sin vida por el equipo de paramédicos que acudió al lugar y el chofer fue trasladado al Hospital Rosario Vera Zurita y de ahí al General de Roraima, a 230 kilómetros de la frontera.
Entonces, se inició la vigilia en torno al cuerpo de Enrique Gamboa: mecates amarillos alrededor, policías y guardias resguardando la escena del crimen, desconcierto, terror. En un pueblo en donde aún se muere por causas naturales, impacta asistir a un primer asesinato a mano armada en plena vía pública, a pocas cuadras de dos escuelas y un preescolar.
Santa Elena, en 20 años, pasó de albergar a poco más de 10 000 habitantes a alojar a 26 000, la mayoría de ellos desplazados -desde las zonas urbanas de la entidad y del centro  y norte del país- por la crisis económica y la inseguridad. En estos tiempos, quienes llegan vienen en su mayoría con la ilusión de ir a las minas, de formarse en las colas de gasolina, de taxiar y de vivir en paz. Pero como ellos también llegan quienes encuentran en estos confines el lugar ideal para distanciarse de sus enemigos y de los responsables de aplicar la ley.
El cadáver de Gamboa pasó el mediodía, la tarde, la noche y media mañana dentro del Signo verde oliva. No se veía desde afuera por lo oscuro de los cristales, pero ahí estaba. En Santa Elena no hay una delegación del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc). En 2010, en un Cabildo Abierto, los asistentes denunciaron a los funcionarios de ese cuerpo, asignados al lugar, por extorsión. Luego, se movilizaron hasta las instalaciones sobre la Troncal 10 y los exhortaron a salir del municipio Gran Sabana. El despacho del Cicpc más cercano se encuentra en Tumeremo, a seis horas de viaje.
Un oficial de una de las instituciones de seguridad que acudió al sitio del suceso explicó que por este caso están detenidos dos sujetos, que estos ya fueron trasladados a Ciudad Guayana para ser presentados ante los tribunales, que se presume que el móvil del suceso fue un ajuste de cuentas por drogas. A propósito de la demora del levantamiento del cadáver, explicó que el organismo facultado llegó a Santa Elena en la mañana del miércoles 27.

Eran aproximadamente las 10:30 de la mañana cuando una comisión del Cicpc  trasladó el cuerpo de Enrique José Gamboa Rodríguez al Destacamento de Fronteras 623 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) para examinarlo.

En su edición del tres de agosto de 2013, el sitio web granciudad.net reseñó que el Ministerio Público logró privativa de libertad para un hombre llamado Enrique José Gamboa, de 19, por su presunta participación en el homicidio de siete personas y por las heridas causadas a otras dos.

La noche del 26 de julio de ese año, EJG ingresó, junto a un grupo de hombres armados, a un pool ubicado en la avenida España, parroquia La Sabanita del municipio Heres, estado Bolívar. Él y sus acompañantes dispararon y uno de los que se encontraba en el sitio les respondió inmediatamente.

Los representantes del Ministerio Público también señalaron a EJG por homicidio, en grado de frustración, contra dos hombres de 25 y 35 años de edad. El Tribunal 1º de Control de Bolívar lo envió al Internado Judicial de Vista Hermosa.




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