miércoles, 10 de octubre de 2012

Votar dos veces no es trampa, es una obligación




“Tengo que ir, dijo, porque en Brasil es obligatorio. Para hacer trámites de documentos, exigen el título de elector” y la mostró. Foto: Morelia Morillo

 
El domingo pasado, Rosana Castro votó dos veces.

Ella es brasilera de nacimiento y de acento, a viva voz. Pero se hizo venezolana y, desde entonces, ya ha sufragado tres veces con su nueva cédula de identidad.

Se levantó temprano, apuró el café da manhã y acudió a su centro de votación. Con el meñique aún húmedo, se fue al lugar de encuentro y subió a un primer carro que la llevó a la frontera.

El 07/O, mientras los venezolanos escogíamos Presidente, todo el Brasil elegía a sus prefectos y concejales. Pero sólo del lado venezolano, el paso permaneció suspendido.

Ante el cierre, el gobierno de Pacaraima definió un punto, sobre la vía Perimetral Santa Elena de Uairén, para juntar a sus connacionales y trasladarlos hasta la alcabala y de ahí a Villa Pacaraima, capital de la municipalidad brasilera más cercana a Venezuela.

Rosana –como lo hicieron unos 400 brasileros más- cruzó la raya divisoria caminando y tomó un segundo vehículo, también dispuesto por el gobierno local, y llegó a su centro de votación.

 Debió escoger a nueve concejales y un prefecto.

“Tengo que ir, dijo, porque en Brasil es obligatorio. Para hacer trámites de documentos, exigen el título de elector” y la mostró.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para que el blog sea un espacio de diálogo, necesita de tus comentarios. Vamos, puedes escribir aquí: