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Desde las once y
media mañana, en Santa Elena de Uairén se vive una batalla. Por un lado los
saqueadores y por el otro los vecinos y los comerciantes tratando de
defenderse.
En tres horas,
los forasteros, y algunos pocos lugareños, ya entraron en seis locales, uno de
ellos un abasto, los demás tiendas de ropa y tecnología.
En las calles, los
efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) son pocos. Aparentemente, un
número (no precisado) de uniformados fue enviado para reforzar el control de
los desórdenes en otros municipios del estado Bolívar; pasadas la una de la
tarde, recibieron el apoyo de un contingente de soldados del Escuadrón de
Caballería Motorizada 5102 Escamoto perteneciente al Fuerte Roraima que llegó a
bordo de un vehículo Tiuna.
Santa Elena de
Uairén es la última localidad venezolana de cara al Brasil, en el sureste
profundo de Venezuela; un pueblo tranquilo que se ha transformado en la medida
en que la crisis del país ha avanzado hacia los sitios más remotos. En los
últimos 18 años, en Santa Elena se han instalado alrededor de 18 invasiones;
ahora, prolifera la minería ilegal, el contrabando de combustible, el canje
callejero de la moneda, la prostitución y la delincuencia.
Gilmer Poma,
presidente de la Cámara de Comercio de Gran Sabana, comentó que "no
hay suficiente cantidad de efectivos que pueda parar esta ola
delincuencial".
Relató que
los saqueadores arrasaron con la venta
de víveres Yor Bellorín, en la calle Roscio, intentaron entrar a uno de los
supermercados chinos y luego vaciaron una tienda de ropa en la calle Bolívar
frente al Parque Ferial, una de tecnología y accesorios y una de prendas
íntimas. También intentaron entrar en el CC Pasaje Morales, pero los
comerciantes los repelieron.
Yoryina Bellorín,
propietaria del local, dijo que quienes entraron se llevaron carne, pollo, pescado
y dinero, pero dejaron los víveres secos y las verduras.
Mientras
hombres desconocidos recorrían las calles comerciales en motos a toda
velocidad, los comerciantes y quienes habitan en la localidad se hacían con
palos, bates y barricadas.
Confidencialmente,
quienes presenciaron los hechos aseguraron que los saqueadores son casi todos
de Caño Amarillo, una invasión que en el año 2011 se apoderó de un morichal
perteneciente a la comunidad indígena de Sampai, que colinda con Santa Elena
por el extremo este.
Sin
embargo, al final de la tarde, se conoció que las autoridades y comunidades
organizadas allanaron varios hoteles de paso en el centro dando con algunos de
los involucrados y mercancías.
En el
sector Brisas del Uairén, a dos kilómetros del comercio, los vecinos cerraron
el paso mediante barricadas ante el rumor de que saquearían los dos
supermercados chinos ubicados en la zona. "A nosotros no nos van a dejar sin comida", dijo Elena Caro,
vocera del Consejo Comunal.
Nota de voz
Al final de la tarde, una nota del alcalde, Manuel De Jesús Vallés, llamó a toda la comunidad a congregarse en las Cuatro Esquinas para defender a Santa Elena de los extraños de conductas que no son propias de los santaeleneros.
Las Cuatro Esquinas es el cruce de calles que constituye el ombligo de la capital mestiza en la Gran Sabana, el territorio ancestral del pueblo indígena pemón.
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