Gran Sabana no postal

Mi madre siempre dice que vivo "en el fin del mundo". Yo vivo en la Gran Sabana, en el sureste extremo de Venezuela, en un sitio tan distante
y tan distinto que hasta se me ocurrió quedarme a vivir. Los invito a conocer esa Sabana que experimento en mi cotianidad: la Gran Sabana no postal.

lunes, 27 de febrero de 2017

Buenas noticias!!! Gracias totales

Imagen de Cortesía.

Les cuento: Este fin de semana, cuando ya no esperaba nada, recibí el correo de la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Grupo Coimbra de Universidades Brasileras diciendo que fui seleccionada como becaria de su programa posgrados para extranjeros en su edición 2016-2017.

Voy a estudiar una maestría en Sociedade y Fronteiras en la Universidad Federal de Roraima (UFRR), en Boa Vista, a 230 kilómetros de casa. Cuando leí el correo, lloré de alegría porque la posibilidad de postularme a esta beca llegó a mí gracias a Domingo González, un lector de Las crónicas de la frontera,  a quien nunca he visto, pero con quien mantengo una relación de aliados.

Hace aproximadamente seis meses, él me escribió pasándome el link para que me postulara y me colmó de ánimo y elogios. Por tanto, esta beca es para mí un reconocimiento al trabajo de siete años desde Las crónicas de la frontera. Gracias Domingo. Te abrazo y en ti abrazo a cada lector que me motiva a seguir adelante. Ustedes me entusiasman cuando decaigo y me acompañan cuando sigo.

Aún no sé si me iré durante los dos años que dura el programa o si viajaré semanalmente; ni siquiera cómo pagaré mis diligencias iniciales y mis pasajes, pues el convenio cubre los gastos del becario a partir de la llegada al Brasil y yo vivo como cualquier venezolano de hoy, con lo puesto.

Tengo hijas, un marido, una casa con vista al Roraima y amo cada gota de agua, cada piedra, cada copo de nube y claro cada río, cada tepui, cada una de las vistas infinitas de este paraíso terrenal que es la Gran Sabana. Este es mi hogar, mi razón de hacer.

La Gran Sabana me enseña cada día que la belleza y armonía de la naturaleza tienen un propósito terapeútico en la vida de los hombres: nos calma y nos humaniza. Y ese hermoso paisaje es una fábrica poderosa de recursos vitales: agua, oxígeno, medicina. Descarto recursos como oro y diamante porque por cada gramo se sacrifican sin medida el ambiente y la comunidad.

Creo firmemente en que sólo en la medida en que haga de mi entorno un mejor lugar, haré de mis hijas seres mejores. Quiero estudiar un poco más, hacerme una mejor periodista y contribuir a hacer de este sitio un mejor espacio de convivencia respetando la naturaleza, la Gran Sabana y sus habitantes ancestrales: el Pueblo Pemón.

De nuevo, gracias a Domingo González y a todos esos lectores que me animan a seguir haciendo lo único que me gusta y sé hacer como oficio: escribir. Como diría Cerati: Gracias totales!!!


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...