“Buenos días a todos los habitantes de Santa Elena de Uairén: comunidades indígenas, mineros, taxistas, turistas que nos visitan. Muy buenos días tengan todos los que a esta hora se encuentran en las colas de las dos estaciones de servicio y los efectivos militares. Buenos días tengan todos los pobladores del municipio Gran Sabana, del estado Bolívar, en la República Bolivariana de Venezuela y del municipio Paracaraima, del estado Roraima, en la República Federativa del Brasil, puerta de entrada hacia el Mercosur”, así saluda Ramón López a las 7:00 en punto de la mañana, a través de Activa 100.3 FM, y su voz saca de la cama al menos a 15 mil personas.
Hasta hace cinco años, Ramón tejía sillas de mimbre. Aunque siempre quiso ser periodista. Por eso, cuando la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) llegó al municipio Gran Sabana, el último en el sureste venezolano, Ramón se inscribió en Comunicación Social. Era el mayor de la clase.
No culminó un semestre. Cambio sus días de tejedor y sus noches de estudiante por un camión cava repleto de pescado. Cargaba los jueves en Ciudad Guayana y vendía los viernes en el mercado local. “No he podido ir a clases. Quiero estudiar. Pero esto me da más que lo de las sillas. Tú sabes, yo tengo familia”. Y con tan buena voz el pescado salía cual pan caliente.
Ramón siempre repite “Al César lo del César”. Como Productor Nacional Independiente, negoció dos horas en Activa 100.3, se lanzó a las calles a buscar anunciantes y de inmediato se transformó en el líder de la radio local, en el mediador de los conflictos cotidianos, en la voz que marca la pauta.
Ramón saluda a su audiencia y sin puntos ni comas menciona a sus patrocinadores: un kiosco de empanadas, una embotelladora de agua mineral, una microempresa que vende ropa, zapatos y piezas de concreto, una cooperativa dedicada a la venta de víveres, otra tienda de ropa y zapatos, una venta de repuestos, una posada, una pollera, otra venta de repuestos, una carnicería, una charcutería, un tercer negocio de ropa, un comercio de comida rápida, otra charcutería, un centro de conexión a Internet y un comercial en donde, según él, “ se consigue de todo”.
“Esto es Acción Comunitaria, ventana abierta para todas las comunidades del municipio Gran Sabana ¿Tenemos ya la primera llamada? Su nombre y de dónde llama compañero”, increpa a su interlocutor.
“Volvió el talibaneo (el contrabando de combustible) a la estación de servicio Texaco”, se queja un oyente; “Esto se va acabar cuando metan preso a uno de estos sargentos o a un teniente porque hasta ahora sólo persiguen al que vende su tanquecito de gasolina pa´ lleva un mercao pa´la casa”, le dice otro. “Señor Ramón, en La Constituyente llevamos días sin agua”; “Estoy llamando para informar de un bote de agua en la urbanización La Planta”; “El aseo urbano lleva más de una semana sin pasar por Guayabal”, denuncia otra mujer; “¿Cuando van a tapar el hueco de la calle Carrao en la urbanización Akurimá?”; “En este momento están invadiendo el bosque ubicado en la vía Sampay, en la urbanización conocida como Yakoo”; “Buenos días, los trabajadores del Rosario Vera Zurita los invitamos a participar de un potazo solidario a favor del hospital”.
Con frecuencia, Acción Comunitaria se convierte en espacio para el debate; “¿Hasta cuándo va a seguir la Alcaldía botando basura y quemando cauchos en las sabanas de la comunidad de Kaneyeuta?”, acusa e interroga un oyente y de inmediato recibe la respuesta del director de Servicios Públicos de la Alcaldía quien, como el alcalde y el resto del tren ejecutivo, son fieles oyentes de Ramón. “Yo lo invito a que me acompañe para que me diga ¿En dónde es que estamos quemando basura y cauchos? Al señor que llamó le pido que no caigamos en politiquería sucia. Las máquinas sepultan los desechos permanentemente”.
“Se le respeta su derecho a opinar”, expresa Ramón ante cada pitazo.
Entre tantas y tan malas noticias, cae la llamada de un radioescucha para felicitar a una tía, a un amigo, a su hija.
La semana pasada llamó la hermana del alcalde, Manuel De Jesús, para felicitarlo y complacerlo con el tema musical “Dos mujeres en mi vida”, de Teo Galíndez; congratuló también a Ramón que – vaya casualidad- también cumple años el 9 de abril. El conductor le ordenó al operador que soltara la canción, pero antes dejó escapar un carraspeo lleno de ironía.
Ese día llegó a sus 107 años Lucas Fernández-Peña, el “chamaco”, el hijo y tocayo del hombre a quien se le atribuye la fundación de Santa Elena de Uairén. Los tres son aries: aventureros, energéticos, pioneros, valientes. Se dice que cuando deciden ir tras un objetivo no esperan por nadie.
El día de su cumpleaños Ramón dejó sonar completita “Linda Barinas”, de Simón Díaz. Sin dudas es su canción preferida. Ya son las 8:50 minutos de la mañana. “Ha llegado el momento de despedirnos. Esto fue Acción Comunitaria, quien les habló Ramón López”. Y el pueblo entero, a ambos lados de la frontera, ya tiene de qué hablar.
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