Cada vez que desea regresar al lugar donde nació, LP,
siempre en compañía de su familia, toma un taxi o bien un autobús hasta Sakaiká, una comunidad pemón
arekuna ubicada 125 kilómetros de Santa Elena de Uairén, sobre la Troncal 10 y
desde ahí se interna hacia la selva. Santa Elena es la principal ciudad del
municipio Gran Sabana, en la remota frontera venezolana hacia Brasil.
Sus antepasados según la obra Cultura pemón, de monseñor Mariano Gutiérrez Salazar (UCAB 2002)
llamaban Inkén o Ikén a la región que ella y los suyos ahora llaman "Guyana".
Ese enorme pedazo de territorio que en algunos mapas de Venezuela aparece
enrejado e identificado como Guayana Esequiba (Zona en Reclamación) y que en
otros simplemente se obvia.
LP nació en Parima o Paruima, una comunidad arekuna ubicada
al otro lado de la Línea de Schomburgk pero,
como es de rutina, fue presentada días después como nacida en San Rafael de Kamoirán,
una comunidad pemón arekuna localizada a este lado de la línea pespunteada,
ambas en torno a las aguas del río Kamoirán y sus afluentes.
LP y su gente van hacia Parima o Paruima a pie y con
provisiones para al menos ocho horas de caminata de selva, no llevan pasaporte
ni pasan por oficina de extranjería alguna; a veces, cuenta ella, hacen un alto
a medio camino, antes de cruzar el río, cocinan, se bañan y descansan hasta el
amanecer. Entonces, después de desayuno, reinician la marcha hasta llegar a su
destino.
Ella pronuncia Parima o Paruima con acento. Algo así como
"Parrima". Aprendió a hablar en arekuna y muy pronto en inglés; el español
lo dominó poco después, cuando sus padres dejaron Parima Mission para divulgar la noticia del Evangelio entre los taurepán
de la Gran Sabana con quienes comparten el idioma pemón, aunque con ciertas variantes
que, sin embargo, no les impiden entenderse.
LP es venezolana. Tiene su Cédula de Identidad. Desde que
entró en vigencia la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en
1999, su documento de identificación indica incluso la comunidad y pueblo
indígena del cual forma parte.
Ella es pemón arekuna. Pero al menos seis de sus paisanos
son procesados por el Servicio Administrativo Identificación, Migración y
Extranjería (Saime) por su permanencia en Santa Elena sin documentos. "Si
regresan, los deportan al Esequibo", a la zona, administrada por la
República Cooperativa de Guyana, que la República Bolivariana de Venezuela
reclama como propia. A los warao, dice, las autoridades venezolanas les exigen
identificarse como pemón a cambio de no ser considerados como guyaneses, una
estrategia que para ellos se convierte en una afrenta discriminatoria al tener
que negar su origen.
Que LP sepa en Ikén, Guyana, Guayana Esequiba, Zona en Reclamación
residen miembros de al menos nueve pueblos indígenas: Warao. Arawako, Kariña,
Patamuná, Arekuna, Akawaio, Wapishana, Makushi y Wai Wai.
Los más numerosos son los arawako. Los warao, los arawako,
los Kariña, los arekuna y los akawaios hacen vida tanto en Guyana como en
Venezuela. En Santa Elena de Uairé, Tumeremo y Puerto Ordaz, tres localidades
del estado Bolívar, acuden a los hospitales cuando lo necesitan y se abastecen
de los víveres de uso diario, si bien se auto identifican como guyaneses o simplemente
como amerindios.
De los gobiernos de ambos lados, según su experiencia, se
sabe poco o nada; mientras tanto, en esas tierras proliferan grupos de ciudadanos
brasileros y venezolanos en busca de oro y diamantes e incluso "se dice
que hay chinos sacando madera".
Sobre la décadas de los 30 a 40 del siglo XX, siendo primos
hermanos de los abuelos de LP, los abuelos de DD, en cambio, "eran
rebeldes, se resistían a ponerse ropa y a ir a la iglesia". Abandonaron
Paruima y se internaron hacia las cabeceras del Kuyuní. Se establecieron en
Inawai, a la altura de Las Claritas, a donde luego llegó también una Misión
Adventista a la cual finalmente se integraron. "Desde Las Claritas, en el
Kilómetro 88, hasta San Martín de Turumbán, cerca de Tumeremo (en el municipio
Sifontes del estado Bolívar), el idioma dominante, entre los indígenas, es el
inglés".
A su modo de ver, San Rafael de Kamoirán y Paruima Mission
son una misma cosa. Son comunidades arekuna, la una evangelizada por los
misioneros católicos y la otra por los misioneros adventistas, durante la
primera mitad del siglo XX.
San Martín de Turumbán, en Sifontes, al igual de San Ignacio
de Yuruaní, en Gran Sabana, ambos
municipios del estado Bolívar, son comunidades que se fundaron con indígenas
venidos del Esequibo, con aquellos que alguna vez aceptaron la posibilidad de
declararse venezolanos y que, tras delaciones, debieron refugiarse en
Venezuela.
En cuanto a la disputa que mantienen Venezuela y Guyana por
la tierra de sus abuelos, DD expresa: "Eso del problema ese no le vemos
sentido. La gente que se quedó allá y la que se quedó aquí hemos estado
visitándonos".
"Nuestros representantes, de uno y otro lado, están
politizados, dice LP, por eso tenemos que reunirnos y sacar una declaración
como indígenas".
9 comentarios:
Felicitaziones por ese analisis detallado de los indigenas de esa zona
Felicitaziones por ese analisis detallado de los indigenas de esa zona
Gracias por leer y por tus palabras. Saludos
Muy interesante Morelia, gracias por todo lo que describes.
Me parece muy importante difundir información o historias sobre ésa zona de Venezuela.
Susana, Gracias por escribir. Tus palabras me llenan de satisfacción. Saludos.
hola morelia. me encanta tus cronicas. me gustaria ir a la gran sabana. podrias ind¿formarme los precios que se manejan para el alojamiento por alla. no encuentro precios por internet y se me esta haciendo dificilñ investigarlo. te agradeciria un poco de ayuda
hola morelia, quisiera tener algo de informacion de la posada backparker. esta en la calle urdaneta. tienes alguna referencia del lugar? es buena o segura? necesito estar en el casco centro y me parecio accesible y cercana a lo que necesito. por favor si puedes darme alguna informacion al respecto te lo agradeceria
Hola Lys, Gracias por leer y por tu confianza. Se trata de un sitio limpio, con las comodidades básicas y muy céntrico. Hasta donde sé es también bastante seguro.
Saludos
Hola Morelia, excelente nota, me encanta que podamos conocer estas realidades que desde las grandes ciudades desconocemos en su totalidad.
Una salvedad, Venezuela no reclama la totalidad de Guyana, solo 159.500 km2. Es increible como los funcionarios venezolanos amenazan con deportar a ciudadanos que segun nuestras leyes tambien son venezolanos!!!
Te felicito por hacer este periodismo de denuncia, espero visitar la gran sabana muy pronto.
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