Gran Sabana no postal

Mi madre siempre dice que vivo "en el fin del mundo". Yo vivo en la Gran Sabana, en el sureste extremo de Venezuela, en un sitio tan distante
y tan distinto que hasta se me ocurrió quedarme a vivir. Los invito a conocer esa Sabana que experimento en mi cotianidad: la Gran Sabana no postal.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Punto triple: tierra de encuentro


Este es el hito BV0 (Brasil-Venezuela 0) sobre el Roraima (Fotografía tomada de wikipedia.org).

En el extremo oriental del Roraima o Roroima, como llaman los pemón al tepui en donde se escenifican muchas de sus leyendas, se encuentra el Punto Triple.

Se trata del hito en el cual coinciden las fronteras de Venezuela, Brasil y el extremo de Guyana que aún reclama nuestro país.

Las siglas BV-0 (Brasil-Venezuela 0) identifican a este poste de concreto solitario en medio de la nada, un vestigio humano en la montaña milenaria.

Mas el hito es también un símbolo de la vida cotidiana en esta frontera, la del sureste extremo de Venezuela: la Gran Sabana, la tierra de los pemón.

Termina un domingo cualquiera en Santa Elena de Uairen, la capital municipal: río, sabanas, el sol que se asoma y se esconde, puripuris.

 En casa de un guyanés (irónicamente nacido en Ciudad Guayana, la ciudad industrial del Estado Bolívar, pero con un inconfundible acento anglosajón) coinciden dos venezolanos residentes de Santa Elena, dos brasileros venidos de Río de Janeiro, un viajero galés y, por supuesto, el anfitrión.

Cada uno desea practicar el idioma de su vecino en la mesa, los venezolanos el portugués, los brasileros y el galés el español; el guyanés se aferra a su inglés salpicado de lenguas extranjeras. Por fortuna, entre todos se entienden.

Quien invita es guía turístico y, como un asunto de rutina, se esfuerza por agasajar a sus invitados sin distinguir su origen.

De prisa y apenas inspirado por la receta tradicional guyanesa, prepara un arroz con camarones, auyama y, por supuesto, mucho curry.

Ante los halagos, apunta que el curry debe emplearse ya mezclado con aceite quemado y comino. “Que es como se prepara el curry para que suelte todo su sabor”. Pasa la prueba. La comida es deliciosa.

Satisfecho, pleno, después de visitar Roraima y comer del arroz color naranja, Bruno, un antropólogo brasilero actualmente dedicado a su maestría sobre uno de los grupos originarios de Angola, celebró la cena y sobre todo la reunión.

“Porque en la medida en que nos conocemos, en que viajamos, conocemos al otro y somos más tolerantes”. Nadie discrepó, todos brindaron. "Salud".

Sirva esta anécdota para desearles "Feliz Navidad y un 2011 cargado de acciones impregnadas de tolerancia". Gracias a todos por seguir el blog y, como siempre, se les agradece aún más si lo comparten con sus amigos, si comentan, si se hacen seguidores. Hasta enero.

2 comentarios:

Lic. Liliana Daymar González dijo...

Amiga como siempre vivo el relato gracias a tu usual manera de evocar imágenes con las palabras. Dios te continue bendiciendo, gracias por contagiarnos el amor por nuestra bella tierra: Venezuela

lascronicasdelafrontera.blogspot.com dijo...

Gracias a tí Lili,para mí escribir es una bendición que se multiplica al saber de mis lectores. Amen.

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