Gran Sabana no postal

Mi madre siempre dice que vivo "en el fin del mundo". Yo vivo en la Gran Sabana, en el sureste extremo de Venezuela, en un sitio tan distante
y tan distinto que hasta se me ocurrió quedarme a vivir. Los invito a conocer esa Sabana que experimento en mi cotianidad: la Gran Sabana no postal.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Bolívar Blues: los rockstars del sureste profundo

En el Noveno Encuentro de Motos de Alta Cilindrada, Boa Vista. Fotografía: Huayra Bello.

De la unión entre Clara Zoe Dutka y Benjamín Soto Mast, ella neoyorkina, de Woodstock, el del festival de hippie de 1969, y él bolivarense, nacido en Ciudad Bolívar, la capital del estado Bolívar, en el extremo sureste de Venezuela, tenía que nacer, como primogénita, una banda.  La noche en que se conocieron, en una fiesta entre amigos, él le regalo su guitarra.

Después vendrán los críos. La prima criatura se llama Bolívar Blues (BB). Y ahí van los orgullosos padres y tres de los tíos –Hernán Medina, baterista; Fidel Padilla, percusionista y Eric Balbás, bajista- devenidos en estrellas de este paraíso remoto e incluso trascendiendo la frontera hacia el Brasil en donde dan conciertos, conceden entrevistas a la prensa y se cotizan cada vez mejor.

Como muchos de los nacidos en la tierra del pueblo indígena pemón, la BB es obviamente mestiza, de jazz y de bolero, de soul y de salsa, de rock and roll, sangueo y bossa nova, de líricas en inglés, en español y a veces también en portugués, con cadencias del pasado y del presente.

Con respecto a Camino, su primer disco, el dossier de la BB dice lo que sigue: "Su música te lleva de viaje por el mundo, de las vistas verticales de Manhattan, hasta los bosques frondosos de la Amazonia".

 "De lo mejor de ambos mundos"¨, como dice Zoe. Por eso, la criatura se llama Bolívar Blues porque esas dos palabras reúnen a un par de íconos de ambas culturas y también porque Bolívar Blues es un clásico jazz, de Thelonious Monk, inspirado por una calle de NY, nombrada en honor al Libertador.

Siete años después de aquel presente, un par de chicas brasileras detienen a Zoe en uno de los balnearios de la Gran Sabana para fotografiarse con ella y pedirle un autógrafo; una mujer increpa a la peluquera común para preguntarle si la rubia en espera es la cantante; un fanático sorprende a los músicos con un video realizado durante un show y docenas de vehículos llevan la calcomanía de la BB.

Ahora, mientras mueren la tarde y agosto de 2015, en Santa Elena, la capital de la remota Gran Sabana, en el sureste profundo de Venezuela, la BB ensaya para su próxima presentación en Boa Vista, la principal ciudad del estado de Roraima, la localidad más al noreste del gigantesco Brasil.

Hasta ayer, los cinco músicos que hacen parte de la BB tocaban y se repartían el contenido del sombrero; ahora, tocan por contrato o por un porcentaje de la taquilla, que promete ser buena y en la mañana anterior conceden una entrevista para el espacio En Vivo de Roraima Televisión y para los medios impresos.

Su estudio, un palafito guyanés hecho de madera pintada en turquesa, está sembrado sobre la falda sur del Akurimá, el mini tepui cerca del cual nació esta ciudad rodeada de ríos, de saltos de agua, de cerros milenarios, de morichales y ahora cercada de minas de oro y diamante, repentina y cada vez más trajinada por contrabandistas de combustible, llamados talibanes, por cambistas callejeros, nombrados trocadores y cada vez más por revendedores de todo tipo de víveres, bachaqueros, que cruzan la línea limítrofe para ofrecer –sin estantería- uno o dos paquetes de pañales, casi uno o casi tres kilos de detergente.

Pero, en este instante, la música de la BB lo redime todo. Ensayan en su estudio turquesa de Akurimá. Afuera abundan las flores silvestres. Adentro, los cinco pulen cada pieza como si se tratara de una gema preciosa y es que, claro, en la Sabana abundan el oro, el diamante y la gente valiosa que hace cosas grandiosas sin necesidad de voltear el suelo, desviar o enturbiar los ríos.

"Simpatía por el diablo, sin errores", señala Zoe y, tras varios acordes, en lugar la voz salvaje de Mick Jager se escucha una cálida voz femenina alegremente acompañada desde la percusión latina por Fidel Padilla.

Desde una de las paredes, de madera, justo detrás de Benjamín, guitarrista, compositor y productor del grupo, los inspiran Miles Davis, apasionado sobre la boquilla de su trompeta y Frank Zappa con su póster de Joe´s Garage.

En cinco días, viajarán a Boa Vista para luego subir a la tarima de la Casa do Neuber, hogar y local de Neuber, Uchõa, uno de los grandes de la movida musical roraimense. De momento, Zoe practica para comunicarse con su público en portugués: "Agora sim, vamos a precisar a ajuda de vocês para cantar esta parte" y entonces tararea el Uh,Uh, Uh, Uh, Uh, Uh, Uh, Uh del clásico de Rolling Stones.

Zoe proyecta su voz, cálida, poderosa, desde la puerta del estudio, con vista a la distante Piedra Canaima, rodeada de Lola, Lincy y San Francisco, tres de sus perros. Ella y su marido tienen una jauría.

Hoy, Zoe cumple siete años en la Sabana. Llegó como voluntaria, dispuesta a pagar con servicio sus vacaciones. Luego se enamoró. Se quedó. Así son estos remotos confines del planeta, ayudan a los suyos a conquistar chicas bonitas.

A propósito de la fecha, Zoe comparte, en su perfil de Face Book, lo que siente por estas tierras, "donde el aire sabe a cielo y el cielo hace un espectáculo todas las tardes". La actualización de aniversario bien podría ser la letra de una canción.

Cuando en  Santa Elena se supo que Zoe se quedaba se rumoró que su padre era el propietario de los derechos de autor de algunas de las canciones de Bob Marley. Exagerados. En realidad, su padre, quien murió poco tiempo después del nacimiento de ella, fue vicepresidente de Island Records,  una de las disqueras más importantes en la industria de la música a nivel internacional, si bien durante años Zoe creyó que su papá era John Lennon y su madre nació en el seno de una familia en la que el jazz es patrimonio. Mas Benjamín no se queda atrás. Es sobrino de Jesús Soto, el artista plástico.

Fidel Padilla, el percusionista latino de la banda, adelanta que lo que viene es "una versión de lujo" de la clásica Summer Times. "En sanqueo barloventeño".
Después ensayan Mi suerte, una canción de Zoe y enseguida Bésame mucho. A ella la marcaron Chavela Vargas, al igual que Janis Joplin, Alanis Morrissette, pero no tanto como Amy Winehouse.

El sol se oculta y a espaldas de Zoe surge el crepúsculo de la Sabana, en azul y rosa tenues. Ensayan hasta que la luz deja de colarse por los tragaluces del techo, pues la iluminación interna del estudio es deficiente.


Valió la pena. Una de sus seguidoras, de esas que siguen a la BB aunque tengan que traspasar fronteras, de las que bailan y lanzan vítores en primera fila, cuenta que el show fue un éxito, que al menos 300 personas coparon el lugar, que tocaron sin parar durante tres horas, porque así les gusta a los brasileros, que sudaron hasta más allá de la media noche, pues el termómetro marcaba 32º; que al final Eric Balbas, el bajista, se lució improvisando; que a Hernán Medina, el baterista, quien formara parte del grupo caraqueño Syma, lo bautizaron como Paulo Coelho por sus cabellos y su barba canosos; que Zoe estaba preciosa y que la BB regresa a Boa Vista para el próximo fin.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias Morelia...qué gusto es para mí leerte!
Muy contenta de tu "vuelta" a escribir.
Saludos amorosos, desde ti hacia todo lo que te rodea.

Morelia Morillo dijo...

Gracias Susana. Creeme que siento y recibo el cariño. Te envió un abrazo y otro para el bellisimo de Nico.

Gandhi dijo...

Hola More estoy poniéndome al día con el blog, lecturas siempre gratas y muy frescas, en fin, muy agradables. Donde podemos escuchar la música de Bolívar Blues? sería interesante escuchar esas fusiones. Saludos

Morelia Morillo dijo...

Hola Gandhi José, que bueno verte por acá. Puedesubicar algunos materiales de Bolivar Bluen en Youtube.

Un agran abrazo,

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